Cáceres (12/05/11) Los datos en la evolución de agua embalsada en Orellana durante las semanas pasadas, recogidos en la página Web embalses.net del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (ver figura 1), demuestran que a mediados de abril se pasó bruscamente de embalsar 700 hm³ a 780 hm³, lo que supuso un incremento del 10% de la capacidad del embalse en apenas unos días y pudo tener consecuencias para todas aquellas aves que hubieran iniciado sus puestas en nidos situados junto a la orilla.
El apresurado desmentido de las denuncias de SEO/BirdLife realizado por los técnicos de la Dirección General de Medio Natural responsables de este espacio protegido, parece restar importancia a estos hechos, olvidando que alguna de las especies más amenazadas presentes en esta zona, como el martinete común, la canastera común o el charrancito instalan con frecuencia sus nidos cerca de las orillas o en islas.
Otro aspecto que los técnicos de Medio Natural no han contestado en su precipitado desmentido, es el efecto del incremento de cota sobre los azudes e islas artificiales que en su día se prepararon en varios sitios del embalse para acoger precisamente nidos de alguna de estas especies protegidas. SEO/BirdLife ha constatado que al menos el azud de Casas de Don Pedro y las islas protegidas por el mismo han desaparecido bajo las aguas, circunstancia que previsiblemente puede haberse repetido en los demás. La cuestión es si las islas se inundaron a mediados de abril, con la brusca subida de cota registrada y si albergaban en esas fechas nidos ocupados de canastera, charrancito u otras especies.
Por otro lado, los técnicos de la Junta de Extremadura parecen ignorar igualmente los impactos negativos que pueden haberse causado sobre las galerías de matorrales ribereños mediterráneos formadas por adelfas y tamujos que cubren la cola del embalse y que han quedado casi totalmente inundadas. Esta vegetación constituye un hábitat protegido por las directivas europeas y aunque puede soportar variaciones hídricas naturales, la repetición de una gestión de las aguas de Orellana que no tenga en cuenta su conservación puede deteriorar gravemente su situación.
A juicio de SEO/BirdLife los técnicos responsables del espacio protegido no parecen estar preocupados por evitar que los cambios en los niveles de agua del embalse de Orellana afecten a las poblaciones de fauna y flora existentes en las orillas e islas, entre marzo y julio, coincidiendo con la nidificación de las aves; pese a que este es un objetivo marcado por ellos mismos en el PRUG del Embalse de Orellana, que se encuentra actualmente en trámite de aprobación.
En cuanto a la justificación dada relativa a las obras del viaducto de Benazaire en el embalse de García de Sola, que obligan a reducir el agua embalsada del mismo y mandarla a Orellana, SEO/BirdLife quiere denunciar públicamente que dichas obras presuntamente de emergencia, fueron autorizadas por una declaración de impacto ambiental publicada en el BOE del 9 de septiembre de 2010 y que en dicha autorización se establecía literalmente que: “Se deberá tener especial cuidado con la reducción de volumen de agua embalsada para la ejecución de las obras, ya que puede afectar a las poblaciones de peces, anfibios y aves. Deberá hacerse de forma progresiva y fuera del periodo comprendido entre los meses de marzo a junio”.
Ante la evidencia de incumplimientos en una declaración de impacto ambiental de la obra del viaducto de Benazaire, su consecuencia sobre especies protegidas en Orellana y la falta de responsabilidad del órgano de la administración encargado de velar por el cumplimiento de las normativas ambientales, SEO/BirdLife estudiará ampliar las denuncias relativas a este caso y la petición de responsabilidades.